martes, 6 de octubre de 2015

Bitácora del blogger milenario

Él observa aquella vitrina que refleja la humanidad propia. La humanidad envejece, la vida
permanece.  El mundo continúa su rumbo, la lucha es el camino transcurrido, la mente avanza
hacia un nuevo horizonte. El firmamento es la manera de recordar que mirarte en un espejo es
progresar hacia el éxito.

Él tiene una frente amplia, brillante y promisoria la cual permite el nacimiento de una nariz
grande y robusta, sus ojos son de color marrón que observaron muchas cosas de esta vida y
que me permiten pensar que aún queda por recorrer mucho más.

La tez es morena como el padre, las manos son amplias, su estatura es promedio, son algunas

de las características que distinguen a un claro caminante de la vida que está destinado a
luchar por sus sueños y sus metas.

Su observación propia se adentra en el recoveco de sus recuerdos, aquellas memorias
infiltrantes que fabrican lágrimas, el recuerdo recae en la primera vez que viajó al mar y por
casualidades de la vida encontró el paraíso.

La playa es un lugar donde sus memorias se funden, es el primer lugar que visitó. La arena
bordeaba sus pies, el agua mojaba su ropa y en su mente la realidad es palpable cada vez que
observa el amplio horizonte.

El periodismo es el oficio noble, el de su pueblo, el que permite luchar a través de información,
el de la justicia. Él eligió este camino, jamás pensó que la pasión por las letras, imágenes y
sonidos se convertiría en el pilar de su vida.

Él continúa forjando sus sueños, las quimeras nacen cada día, él las persigue persistentemente
sin dejar que las trabas de la vida lo derroten. Él es el blogger milenario que su pueblo necesita
para crear justicia.

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