La justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado, estos valores son; el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La justicia en sentido formal es el conjunto de normas codificadas aplicadas por jueces que al ser violadas el Estado imparte justicia, suprimiendo la acción o inacción que genero la afectación del bien común.
La Ley
Norma emanada de las Cortes en el ejercicio de su potestad legislativa. Ramón Soriano destaca como notas caracterizadoras de la ley la validez, bilateralidad, protección institucionalizada, eficacia y legitimidad. Existen muchos tipos de leyes, siendo los más importantes, en sentido amplio, la Constitución, ley orgánica, ley ordinaria, decreto legislativo, decreto-ley, ley marco y ley de armonización.
El Juicio
Juicio, en sentido propio, es la acción y efecto de juzgar, operación sustancial de la jurisdicción, consistente en decir el Derecho en el caso concreto.
En sentido amplio e incluso legalmente, el término juicio es sinónimo de proceso. La voz juicio presenta una connotación más directamente relativa a lo nuclear de la jurisdicción, mientras que el término proceso tiene una carga semántica en la que se subraya la serie o sucesión de actos, jurídicamente regulados, que parece instrumental del juicio.
En sentido amplio e incluso legalmente, el término juicio es sinónimo de proceso. La voz juicio presenta una connotación más directamente relativa a lo nuclear de la jurisdicción, mientras que el término proceso tiene una carga semántica en la que se subraya la serie o sucesión de actos, jurídicamente regulados, que parece instrumental del juicio.
El Debido Proceso
El concepto del debido proceso envuelve comprensivamente el
desarrollo progresivo de prácticamente todos los derechos fundamentales de
carácter procesal o instrumental, como conjuntos de garantías de los derechos
de goce -cuyo disfrute satisface inmediatamente las necesidades o intereses del
ser humano-, es decir, de los medios tendientes a asegurar su vigencia y
eficacia.
El Juicio De La Historia
El padre, Herb Clutter, un rico granjero, metódico, culto pero sencillo, era una de las personas más respetadas de la zona, junto a su mujer Bonnie, depresiva y enfermiza, eran padres de la preciosa Nancy y Kenyon. Nancy es la típica chica perfecta en todo, a la que te imaginas andando como una bailarina con el pelo rubio dorado recogido en un lazo. Kenyon era el menor y apuntaba las maneras de su padre. La casa donde vivían no desmerecía a la familia, era un rancho muy cuidado alejado del centro de la ciudad cuyas tierras se extendían por un valle hasta un río donde pastaban los caballos y crecía el trigo y árboles frutales. Pero a pesar de tanta belleza esta familia fue protagonista de uno de los crímenes más escalofriantes de la sociedad americana de la época, todos fueron asesinados a sangre fría mientras dormían.
A los asesinos les reportó el golpe no más que unos dolores y la radio de Kenyon. Como todo el mundo sabía, el Sr Clutter nunca tenía dinero en casa, de hecho el mismo día de su muerte había suscrito un seguro de vida por el que había extendido un cheque. Esto motivó las primeras pesquisas policiales, ¿El seguro?, pero estaban sin fundamento. El dinero no podía ser el móvil, solo la venganza o la envidia. El rumor se extendió por Holomb como el polvo de sus aceras y los habitantes comenzaron a dudar de sus vecinos ¿Quién podría odiar a los Clutter?
Implicados· Arriba (de izquierda a derecha) Sra. Clutter, Los asesinos Dick Hickock y Perry Smith. Abajo (de izquierda a derecha) Nancy Clutter, Herb Clutter y Kenyon Clutter. |
No muy lejos de allí, días después de que los Clutter fueran encontrados en el más tétrico de los escenarios, dos expresidiarios extendían cheques falsos para viajar a México. Dick Hickock, y Perry Smith, los asesinos, pretendían empezar una nueva vida ajenos a todo lo que estaba ocurriendo. El suceso que estaba conmocionando a América no se trataba en sus conversaciones, no tanto por no ser pillados como por la vergüenza de haber matado a cuatro personas sin reportarles beneficios. Dick era vanidoso, insolente, con buena presencia e insufriblemente vengativo y manipulador. Perry un indio raro y pusilánime que se jactaba de haber matado con sus propias manos a un marino durante la guerra, y con una infancia terrible, estaba obnubilado por la personalidad de Dick. Dos tipos sin escrúpulos que durante meses pasaron desapercibidos para la policía, viajando de un lado para otro, engañando y estafando pero sin nada que los involucrase en el asesinato ni con los Clutter.
Cuando la policía de Holomb recibió la llamada de Wells, desde su celda en la penitenciaria de Kansas tras escuchar casualmente por la radio la historia del asesinato, al principio no podían creerlo. Y era difícil de creer, Wells contó una historia extraña: hacía once años había trabajado durante unos meses como bracero para el mejor jefe que podía existir, el Sr Clutter, fue un periodo de su vida del que se sentía muy orgulloso, así que un día hablando con su compañero de celda le contó cómo de rico era Herb Clutter, cómo era la casa, hasta donde se extendían sus propiedades (tanto que la casa quedaba sumamente apartada del vecino más próximo), cuantos eran en la familia… al terminar de contarlo Dick, que así se llamaba su compañero de celda le dijo que si se presentase la oportunidad de dar un buen golpe él y su amigo Perry, al que le tenía comido el cerebro, robarían a los Clutter y después le pegarían un tiro.
La policía tras el increíble testimonio trazó un mapa con pasos de los dos sospechosos, tal fue la precisión que pudieron dar con las botas que coincidía con la huella de sangre encontrada en la escena del crimen, la ropa, las armas que dispararon, los cheques falsos e incluso la radio de Kenyon. Se puso en marcha la orden de busca y captura. Tras ser apresados confesaron el crimen.
Abierto el proceso judicial primero nombraron al Jurado que reflejaba a la perfección la personalidad conservadora y religiosa de la Kansas de los años 60. Se presentaron los testigos y todo el material probatorio. Las fotos de los Clutter muertos, atados y ensangrentados fueron pasando de mano en mano. El último testimonio del día fue el del preso Wells, perfectamente vestido y con un discurso igualmente pulcro. En la penúltima sesión del juicio los agentes del KBI presentaron el examen de las pruebas forenses unidas a la declaración de los acusados. Reanudado el juicio, en la sesión siguiente le tocó el turno a la defensa cuyo único propósito consistía en demostrar locura temporal, presentando a su vez los exámenes médicos y el testimonio de amigos y conocidos de los asesinos que fueron preguntados por la personalidad de los acusados en un intento casi desesperado de dotarles de alguna virtud humana. Los acusados se negaron a declarar.
El juez Tate tras recibir el veredicto del Jurado leyó la sentencia donde los condenaban a muerte. A la salida del juicio los dos rieron a carcajadas, días más tarde en un revista de Kansas apareció el titular ‘¿Últimas risotadas?’.
“Richard Eugene Hickock y Perry Edward Smith, socios en el crimen, murieron en la horca de la prisión del estado, por uno de los más sangrientos asesinatos con que cuentan los anales criminales de Kansas. Hickock, de 33 años, murió a las 12:41. Smith, de 36, murió a la 1:19”.
Truman Capote "A sangre fría".
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